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La guerra de los crucifijos


Me considero católico. Un mal católico, si me lo permiten. Porque quien así se considera asume su débil condición humana, la convicción de que no podemos con todo, no lo sabemos todo. Las creencias transmitidas, la fe puesta en que necesitamos que el Dios que se nos revela nos ayude a sobrellevar la vida- porque nosotros no podemos en solitario-, es pieza clave de ese rompecabezas que es la fe. Nada dogmático. Una verdad revelada y propuesta a quien la quiera hacer parte de su vida. Somos católicos comodones en una Europa rica, donde más daño ha hecho el capitalismo consumista, el individualismo posesivo, que cualquier propuesta antirreligiosa o laicista. Allí donde el Bienestar ha atontado al ciudadano, la secularización ha hecho estragos. Donde el cristiano ha sido realmente perseguido, han renacido testimonios de fe que Occidente admira, pero trata de soslayo, porque nuestra reconfortante vida nos hace pasar pronto a otra cosa. A golpe de zapping. El ser de España durante siglos fue la Catolicidad, nuestros avances y atrasos giran en torno a este proyecto común. Conviene no olvidarlo, no por nostalgia, sino para comprendernos, para hacer inteligible nuestro hoy. No me molestan los crucifijos en los Centros Públicos, pero comprendo que a otros no guste, por la razón que se les ocurra. No debemos sentirnos heridos los católicos porque algunos aspectos de la tradición evolucionen, siempre dentro del respeto a la manifestación pública de las creencias religiosas y a la libertad de culto. Más nos valdría tomar ejemplo de esa fe revitalizada fuera de este Occidente que ha asumido la muerte de Dios, como pensaba Nietzsche. Si fuera Alcalde en un pleno, respetaría que se retirara un símbolo religioso, y si fuera Obispo, estaría encantado en separar a Dios y al César. Tranquilos, no seré ni Alcalde ni Obispo.

Publicado en Diario de Jerez el 31 de agosto de 2015

El socialismo bipolar


La cambiada de Felipe González, primero con la carta “A los Catalanes” llamando al sentido nacional, y su entrevista después en un medio catalán reclamando el reconocimiento para Cataluña del carácter de nación, es el mejor ejemplo del socialismo bipolar. Un tipo de Bellavista, que por intereses que nada tienen que ver con el progreso o la igualdad, quiere que sus convecinos andaluces- en virtud de no sé qué principios-, seamos ciudadanos de segunda clase. Muy bien, Sr. Presidente. Fue el complejo del consenso constitucional quien para calmar a la Fiera, redactó el nefasto Art. 2; pero fue él quien entregó todo el poder al nacionalismo. Los del PSC eran cuatro ricachones burgueses en términos progresistas; la fuerza del voto era del PSOE, obreros del cinturón rojo de Barcelona. González desertó de la idea nacional eliminando las siglas PSOE de Cataluña. Cuando Aznar llegó, hizo lo mismo con menor repercusión, pues la derecha nacional era allí minoritaria. Puso al partido en modo Piqué. Ahora el PP es una ruina en Cataluña. Carlos Sahagún, poeta muerto recientemente, olvidado tantos años, fue uno de los firmantes en los ochenta del Manifiesto de los 2300, que alertaba de la realidad pancatalinista de hoy. Lo clavaron. Con 25 años de retraso nació Ciudadanos, única opción nacional en Territorio Comanche. Y ahora, este socialista millonario de voz engolada, bipolar y equis de algunos asuntos nunca del todo investigados, nos trata como españoles de tercera clase. Si el todopoderoso “Susanismo andaluz” fuera coherente y diera señales de inteligencia recuperando para la izquierda la idea nacional, aparte de intentar sacar de la cuneta a Pedro Sánchez, el nuevo ZP, declararía Bellavista lugar non grato para el socialismo español. Llegaría antes a Moncloa. Y es que del Clan de la Tortilla no se salva ni uno.

Publicado el Diario de Jerez el 7 de septiembre de 2015.

Liberales


Europa sufre convulsiones desde hace meses con el asunto griego. No está en juego sólo el futuro heleno, sino el de toda la Unión. La dimisión de Tsipras es la constatación de que las recetas radicales no son la solución; no vendrán ni de Syriza, ni de Amanecer Dorado, de la derecha lepenista o la izquierda podemita. El gran culpable de los males europeos para todos ellos, son las llamadas políticas neoliberales. En el Occidente rico se ha puesto de moda denostar el sistema liberal. Nos empeñamos en matar al padre. La confusión no es menor. La democracia liberal en un sistema capitalista de mercado libre, es la fórmula más eficaz para atenuar la desigualdad y aumentar el bienestar de la mayoría. No es un sistema perfecto, pero es lo mejor que tenemos. El capitalismo genera excesos indeseables. La sociedad de la abundancia nos atonta y convierte en un nuevo tipo de esclavo; perdemos libertad a chorros, y encima con una sonrisa en la boca: el colmo de la ignorancia, de la superficialidad, de la imbecilidad, como decía Marcuse. El ciudadano conforme. Pero si algo ha quedado claro en el pasado siglo XX es que ninguna de las formulas marxistas, comunistas, de unidad popular o las propias del nuevo nomenclátor progresista, mejorarán la vida de las sociedades humanas. Este marxismo de nuevo cuño no soporta las comparaciones. La crisis occidental, con el mercado financiero virtual salido de madre, nos deja en manos de unos pocos ávidos acumuladores; los Mr. Scrooge del siglo XXI. Aun así, la solución comunista es infinitamente más letal para cualquier sociedad. La libertad individual, el Estado mínimo, la protección de la propiedad, el mercado libre o el control del oráculo financiero desbocado, siguen siendo el camino, aunque esté de moda todo lo contrario. No son buenos tiempos para los liberales de verdad.

Publicado en Diario de Jerez el 24 de agosto de 2015

El Mar Rojo


En lo que va de año más de dos mil personas han perdido la vida intentando cruzar el Mediterráneo en pateras, en barcazas mal equipadas, precarias, verdaderos pasajes a la muerte botadas por las mafias que trafican con la miseria humana. En la Europa rica hemos perdido parte de nuestra capacidad para conmovernos y estas noticias, como tantas otras, forman parte de nuestra realidad diaria; nos vamos a dormir, y hasta el próximo naufragio. La UE rescató el año pasado más de ciento setenta mil personas de las aguas. Este año las cifras han menguado dramáticamente porque la Unión ha recortado los fondos. Es verdad que hay que atacar al origen, las mafias, pero mientras sí, mientras no, no se puede dejar morir a nadie en el Mar. Ellos no vienen sólo en busca de una vida mejor, de educación para sus hijos o más prosperidad. Se embarcan para no morir, con la incertidumbre de un final incierto, huyendo de la guerra, de la muerte segura, dejándolo todo atrás. En la seguridad de nuestro primer mundo, concluimos que aquí no cabemos todos; y es verdad. Pero la reflexión que procede hacerse es hasta donde estamos dispuestos a ceder nuestro bienestar para hacer hueco a quien nos necesita. Hasta donde estamos dispuestos a combatir la cultura del descarte, que comodidades y seguridades de los que llamamos derechos de ciudadanía queremos compartir. La Iglesia, tan denostada en el Occidente que renuncia a sus raíces, llama a la conversión personal, antes que confiar en las grandes políticas colectivas; ellos están sobre el terreno sufriendo persecución. Que cunda el ejemplo del parlamentario alemán de la CDU, que acoge en su casa a inmigrantes sin papeles, y el de tantas asociaciones que pelean por la dignidad de los excluidos. Hemos convertido el Mediterráneo en el Mar Rojo, teñido por la sangre de tantos inocentes.

 

Publicado en Diario de Jerez el 17 de agosto de 2015

Una de asesores


Sin ánimo de meter el dedo en el ojo a nadie, creo que el nombramiento de asesores en el Ayuntamiento es poco acertado. Primero, porque la Alcaldesa se jactó antes de las elecciones que no los llevaría, o que sería mínimo en su número; uno a lo más, como el anterior gobierno. Segundo, porque habiendo tanto despedido que readmitir por el ERE, y siendo su proceso de readmisión- si llega-, para el año que viene, contratar asesores ahora no queda bien, cuanto menos poco estético. Tercero, porque los asesores “parciales” que ya me dirán que broma es esa, fueron dos concejales a los que el PSOE provincial excluyó de la lista. Si ellos no los quisieron, ¿por qué hemos de contratarlos nosotros ahora? Cuarto, porque de estos últimos ninguno tiene una preparación técnica o excelencia profesional que justifique su contratación. Quinto, porque entre los socialistas históricos, si se trata de fichar gente de confianza, hay un ramillete de candidatos con mejor preparación política y profesional. Si yo fuera afiliado socialista, estaría más que confuso. Sexto, porque ambos ya fueron asesores del gobierno de Pilar Sánchez, y si nos atenemos a los resultados de aquella legislatura, a la mera estadística, muy bien parada no sale, a pesar del asesoramiento recibido. Creo son razones suficientes para poner en cuestión su decisión. Eso sí, legal, legítima y dentro de sus competencias; en definitiva es ella- para bien o para mal- la que sufrirá las consecuencias de sus actos. En esta se equivoca, y pierde ocasión de ganar credibilidad. ¿Y qué hacen Ganemos e IU? Silbando. Sin ánimo, repito, de meter el dedo en el ojo a nadie, que el PP utilice el símil de la “entrada por la puerta de atrás” después del asunto de la Sala Paul, es para nota. No siempre hay que ir a todas, y a por todas. Porque después pasa lo que pasa. Y pasa.

 

Publicado en Diario de Jerez el 10 de agosto de 2015

El dichoso busto


Pemán fue un escritor más que notable que cultivó varios estilos literarios con mucha solvencia. Hoy a Pemán lo leen pocos, seguro que ninguno de los que votaron en el Pleno retirar su busto del Villamarta. Lo peor no es que ahora decidan echarlo al fuego; lo que llama la atención es que se haga por “fascista y asesino”. Pemán fue un monárquico que nunca renegó de su condición, aunque se amigara al Régimen, como media España. Su alocución en Radio Jerez, iniciada la guerra fue desde luego censurable. Cada cosa en su sitio. Si él, como otros intelectuales que esperaban otra cosa de la República, cayeron en radicalizaciones, fue pecado común en ambos bandos. Hoy toca pagar la penitencia impuesta por el nuevo progresismo. La izquierda sufrió represión en la dictadura, es verdad; reparaciones no han faltado, aunque parezcan no ser nunca suficientes. La Pasionaria, idolatrada por la izquierda, le dijo al agregado Noruego Félix Schlayer en el Madrid Republicano algo así como: “¡No cabe más solución que la de que una mitad de España extermine a la otra!” No menos grave que lo de Pemán. Dolores, con cientos de calles en España, le dijo a Calvo Sotelo en sede parlamentaria: “este es tu último discurso” Y tanto que lo fue. De Carrillo, el abajofirmante de Paracuellos, no me digan. Pablo Iglesias, el de verdad, en el Congreso en 1910 dijo: «para evitar que Maura suba al poder debe llegarse hasta el atentado personal». Con un par. Y como éstas, las que quieran, en ambos bandos y para aburrir. La diferencia es que hoy vivimos en democracia y algunos quieren seguir dividiendo el país entre los puros, la izquierda, a la que se le permite tweets en su contexto, y los demás, los que no somos de izquierda-da igual lo que seamos-, los impuros, huérfanos de contexto. A ver cuánto tardan en quitarme el carné de demócrata.

Publicado en Diario de Jerez el 03 de agosto de 2015.

En recuerdo de Narciso Climent….de sus queridos scouts


Se nos fue Narciso Climent, nuestro querido Narciso; partió a la Casa del Padre, al Campamento Eterno el pasado 2 de junio de 2020. Lo ha hecho con la tranquilidad con la que puede partir quien ha cumplido con creces su misión, con la evidencia clarividente -para los que lo conocimos- de que ha dejado este mundo en mejores condiciones de la que lo encontró. Narciso fue nombrado Consiliario Diocesano de la Delegación por nuestro recordado Obispo Don Rafael Bellido Caro, siendo entonces Luis Cobos, el Delegado Diocesano del Movimiento Scout. Se vació en el acompañamiento espiritual y humano del Equipo de la Delegación y de los grupos scouts de la Diócesis con los equipos de Luis Cobos, Miguel Brandon y en mis años como Delegado. En esa década desplegó un intenso trabajo en el movimiento, hasta que lo sustituyó como consiliario, Jose Manuel Sánchez-Romero. Hombre lúcido, adelantado a su tiempo, con planteamientos pastorales y labor evangelizadora que dejaron honda huella en quienes lo trataron. Hombre de extensa cultura, referente en su localidad natal a la que tanto quiso, hijo insigne de su amada Sanlúcar, Narciso tuvo una especial sensibilidad y finura espiritual, un humanismo preclaro que hizo que fuera querido por todos los que le conocieron. Desarrolló su trabajo desde joven con un compromiso radical en la transformación del mundo- desde el Evangelio-, del tiempo y en el entorno en el que le tocó vivir. Con su cercanía a la juventud obrera y con la promoción de la cultura en aquellos años de la Transición, Narciso desarrolló una entrega especial a los jóvenes, con los que siempre estuvo en contacto hasta su jubilación como profesor del Instituto Francisco Pacheco de Sanlúcar; de ese cariño y compromiso con la juventud, dejó buena muestra en la historia de nuestro movimiento diocesano. En Narciso veíamos el rostro más auténtico del pastor que acompaña a sus ovejas con la gratuidad que el escultismo nos exige. Su larga enfermedad lo ha tenido postrado unos años hasta que el Padre ha querido llamarlo. Su pueblo pierde un hijo, un poeta, un escritor, un investigador incansable, un magnifico profesor, un amante incondicional de su tierra, un Sacerdote íntegro, una buena persona. El escultismo pierde un padre y un hermano, pero gana un modelo de servicio, un ejemplo, un espejo en el que mirarse. Misión cumplida. Descansa en paz, querido Narciso.

 

 

Entrevista en Bodegas Álvaro Domecq


El reconocido abogado y columnista de Diario de Jerez –especialista en la obra de José Ortega y Gasset y Julián Marías‐ Manuel Pareja Aparicio protagoniza una nueva sesión del ciclo ‘Diálogos en Bodegas Álvaro Domecq’ incluido en la programación cultural Cultusema

 

Diario de Jerez acertó sobremanera otorgándole una pública columna de opinión semanal. ¿Es Manuel Pareja Aparicio un joven prestigioso abogado que asimismo ejerce de prestigiado filósofo de profundo y sesudo conocimiento cultural o un filósofo per se –de condición innata que desempeña la abogacía al hilo de una también innata vocación por la justicia y la libertad del hombre? Sea como fuere aludimos a un intelectual a la antigua usanza que sin embargo extrapola las tesis de Ortega y Gasset o Julián Marías, verbigracia, a la actualidad crujiente del siglo XXI. De ambos pensadores es un consumado conocedor–especialista hasta el extremo de ubicarlos en la cima del doctorado en el que también anda inmerso‐. Pareja chorrea cultura a raudales. Al modo de los siete sabios de Grecia. Sencillo de formas, humilde de carácter, magnánimo de personalidad. Da en el clavo de la exploración sociopolítica así como, antaño, Lázaro Carreter en el centro de la diana del dardo en la palabra. Pasma –por inacostumbrada‐ su erudición, la expansiva envergadura de una sapiencia asida al amor –casi fetichista por los libros. No representa ningún insurrecto frente al Sistema, más bien muy al contrario: pensador que distribuye y redistribuye fundamentaciones sociológicas en una suerte de recuperación del hombre selecto o de minorías que precisamente propugnaba Ortega en ‘La rebelión de las masas’. Para mí tengo que Pareja debe ocupar diversas tribunas de oradores por acá y por acullá. Sus postulados recrecen referenciales. Ha protagonizado una nueva sesión del ciclo ‘Diálogos en Bodegas Álvaro Domecq’, enmarcado en la densa programación cultural CULTUSEMA coordinada por MAV‐Comunicación. He aquí el contenido de esta interesantísima entrevista.

 

 

Comencemos, Manuel, por algunas frases entrecomilladas parafraseando a un excelso filósofo. Dicen sus aseveraciones así: “Envilecimiento, encanallamiento, no es otra cosa que el modo de vida que le queda al que se ha negado a ser el que tiene que ser. Este su auténtico ser no muere por eso, sino que se convierte en sombra acusadora, en fantasma, que le hace sentir constantemente la inferioridad de la existencia que lleva respecto a la que tenía que llevar. El envilecido es el suicida superviviente”. O esta otra: “La imaginación es el poder liberador que el hombre tiene”. O la siguiente: “El hombre

selecto o de la minoría no es el petulante que se cree superior a los demás, sino el que se exige más. No se trata de clases sociales sino de clases de hombres. Masa es el hombre medio”. Todas las frases pertenecen al supremo ensayo ‘La rebelión de las masas’ de José Ortega y Gasset. ¡Cuánta vigencia la de Ortega al tenor de nuestros días! ¿No cree usted?

 

‐ Completamente de acuerdo, querido Marco. Ortega supo ver como ningún otro intelectual del siglo XX hacia donde se dirigía el mundo, el papel del hombre en la sociedad. Acertó en el diagnóstico, propuso ideas innovadoras en el pensamiento filosófico, en el aporte intelectual que toda sociedad necesita de los mejores hombres, de los más capaces, como fueron tantos de

aquella generación y la precedente (Unamuno, Giner, el propio Ortega, etc…) Y en el caso español, avisó de la discordia, de la politización de la vida social, de su polarización, ingredientes imprescindibles donde se cuece el hombre‐ masa, que afectó de una manera irreversible al torso de la nación. Hoy, en cierta medida, seguimos pagando las consecuencias de aquella anormalidad. La situación política y social del país está imbuida

de un mal estilo, similar al de aquellos años. Es más grave “lo

que se dice, cómo se dice”, que lo que realmente ocurre. Se ha

politizado gran parte de la vida personal y colectiva de la nación. Hoy, además, no tenemos intelectuales sobresalientes con influencia social‐ que en aquellos años no nos resguardaron a pesar de los avisos‐, dejándonos huérfanos, expuestos al arbitrio de un relativismo aún mayor que el de aquella época.

Aun así, hay que ser optimista; el hombre es proyecto, anticipación, y en ese espíritu cada uno debe aportar su grano

de arena para la construcción de una sociedad mejor.

 

Sabemos a ciencia cierta que usted es un firme defensor de la familia. De la familia educada además en valores cristianos. ¿Qué puede decirnos al respecto?

 

‐ La familia es la institución más valorada. De eso no cabe duda. De hecho, todos los colectivos que hace 50 años denostaban a la familia, hoy la reivindican desde modelos diferentes. Quieren estar integrados. El ser humano es un ser social, y la familia es el punto de partida y el destino que todo ser anhela. El hombre es amor, necesita el amor, y la familia es la referencia. Los valores cristianos, es además, y no sólo en la familia, el aporte definitivo. Occidente se conforma gracias a la estructura del pensamiento griego, que es el embrión de nuestra estructura mental, se enriquece con la organización romana, jurídica, social, del reconocimiento de una ciudadanía incipiente que forma parte de un proyecto común, y que es definitivamente conformada por la Cruz, por el cristianismo. Europa, Occidente, no se entiende sin la Cruz. El hombre pasa de ser un viviente, a

ser “persona”. Este es un concepto netamente cristiano. Cuando

Nietzsche proclama la muerte de Dios, y Europa empieza a secularizarse, el torso cristiano de la sociedad occidental permanece. Nuestros valores de hoy son su herencia. El relativismo, su enemigo, y el siglo XX y lo que llevamos de esta

nueva centuria, un cruce de caminos, una encrucijada, el final de

algo que no termina de acabar y el comienzo de algo que no sabemos que será. La familia cristiana, vivida en verdad, es un

aval para la felicidad humana. El ego, su peor enemigo. Y la sociedad no para hoy de decirnos: aprovecha el momento, busca el placer. Es la cultura de lo instantáneo, que tanta gente infeliz

está dejando por el camino.

 

Familia, hijos, porvenir. También Ortega subrayaba –más bien se preguntaba‐ en ‘La rebelión de las masas’ este trémulo interrogante: “¿Puede hoy un hombre de veinte años formarse un proyecto de vida que tenga la figura individual y que, por lo tanto, necesitaría realizarse mediante sus iniciativas independientes, mediante sus esfuerzos particulares?”. ¿Qué futuro aguarda, qué perímetro de ilusión, de capacidad de emprendimiento, a los jóvenes españoles a día de hoy?

 

 

  • Los jóvenes de hoy tienen unas posibilidades inmensas. Vivimos en la era tecnológica, en la era de la información. Esa es una posibilidad antes inexistente, aunque sus riesgos eran también desconocidos. El nivel de progreso, de comodidad, de bienestar de nuestras nuevas generaciones, las condiciones de vida actuales, son inmensamente mejores que las de un joven europeo de los años 20 o años 30 del pasado siglo. Vivimos en una sociedad abierta, como afirmaba Popper, con todos los peligros y prevenciones que se quiera, pero con inmensas posibilidades. El joven tiene hoy que superar las dificultades del Estado de Bienestar, que adormece, que atonta, si no estás atento. Nuestros jóvenes, nosotros mismos, hemos nacido con derechos básicos reconocidos, pero no siempre fue así; fueron lentamente conquistados con mucho esfuerzo de nuestros predecesores. Debemos recuperar un poco de ese espíritu de lucha, de conquista de una vida mejor, más justa, no porque por derecho nos corresponda, sino porque obedece a un proyecto común. ¿Qué es la historia de la Nación española, sino un proyecto común de siglos? Decía Julián Marías que la anormalidad con la que el español vive su historia, trae causa de

la ininteligibilidad de nuestra condición. Si nuestros jóvenes

pudieran extraer las lecciones de nuestra razón histórica, el proyecto común, hoy tan cuestionado, sería fermento de un futuro de cotas inimaginable. Piénsese las grandes empresas llevadas a cabo por españoles en nuestra historia, sin apenas medios, sólo revestidas de un espíritu de construcción en común. La tesis doctoral en filosofía política, centrada en la figura de Julián Marías, en la que estoy trabajando, trata de poner en claro, de llevar las cuentas de las posibilidades españolas.

 

A los de seguro numerosos lectores de esta entrevista les interesará –estoy convencido de ello‐ su parecer al respecto de la pérdida de los valores humanos tan desaparecidos por el escotillón del relativismo. Usted es un hombre de valores que además reivindica en sus intervenciones públicas. Díganos…

 

‐ Más que desaparecer, los valores sociales mutan. Y los valores del progresismo actual‐ como concepto político o filosófico‐, son los ropajes del relativismo. Sí, estoy convencido de que hay una parte muy importante de mentira en ese progresismo, que nada tiene que ver con el progreso. El progresismo, la dictadura de esta corrección política, si se me permite la expresión, “idiotiza” al hombre, y eso es lo que más me molesta: que con una excusa bien construida, éste relativismo crea ciudadanos conformes, una única corriente, un pensamiento único. Lo que esté más allá de esa convención artificial, es reaccionario, digno de no ser tenido en cuenta. Lo que más molesta al progresismo es el hombre libre, y lo coarta envolviéndose ella misma en la bandera de la Libertad, que es interpretada desde su exclusivo punto de vista. El progresismo abandera la solidaridad, la tolerancia, pero es la generadora junto al ego salvaje de la Cultura del Descarte de la que habla el Papa Francisco.

 

¿Sería demasiado –al hilo del rompecabezas existente‐ pedirle una opinión, una valoración, al cabo del resultado de las elecciones municipales tanto concretizadas en Jerez como a nivel nacional?

 

‐ Me llama la atención a nivel nacional, y por tanto local, de la falta de conocimiento de nuestro sistema democrático, que es

representativo, parlamentario. Podrá gustar más o menos, se podrán mejorar cosas, pero son las reglas del juego que nos hemos dado, y tenemos que respetarlas. No me gusta que coaliciones de partidos hagan frentes comunes o cordones sanitarios, pero no podemos caer en la trampa de llamarlos ilegítimos. Al hilo de lo comentado con anterioridad, más que las políticas que se hagan desde los Ayuntamientos‐ que son muy importantes‐ me preocupa el ambiente social creado. Si nos fijamos bien, las instituciones funcionan con normalidad, la vida social y colectiva se ha visto mínimamente alterada. Es peor “lo que se dice” que “lo que ocurre”. En la calle, en las redes sociales, en las declaraciones públicas, se desliza un ambiente de discordia, una firme voluntad de no entenderse con el otro. El gobierno no suele contar con la oposición; ésta es un simple no a todo. El descontento social con sus representantes ha generado, y más en tiempos de crisis, una radicalización, en España hacia las izquierdas, en otros países a la derecha. Sería necesaria una reflexión sosegada, pacífica, de la realidad española hoy. Querer

romper el candado del 78, no implica sólo una reforma normativa, o un modelo de estado. Lo problemático es que se quiera romper “el estado de convivencia”. Este periodo constitucional, con todos los peros y fallos que se quiera, ha sido el de mayor prosperidad de la nación española en los dos últimos siglos de nuestra historia.

 

¿En qué estado de salud, de salubridad, se encuentra la Justicia en nuestro país?

 

‐ Es uno de los grandes males de la democracia liberal española.

Decía la Constitución de 1812: “La nación española no es ni puede ser patrimonio de ninguna persona o familia”. Esto se garantiza con la separación de poderes, que en la España Constitucional se la cargó el Gobierno con la Reforma de la Ley del Poder Judicial de 1985. Ninguno de los gobiernos posteriores lo ha mejorado. El actual, lo ha empeorado considerablemente. La Justicia, con mayúsculas, está en manos de los políticos, y por lo tanto su independencia gravemente cuestionada. De su funcionamiento, todo es ampliamente mejorable. Siempre digo que las instituciones recaudadoras en España, la Hacienda, la Seguridad Social, funcionan admirablemente; pero la Administración de Justicia es una de las hermanas pobres. Una justicia lenta, es una inmensa injusticia. También creo necesarias reformas que eviten el colapso de los Juzgados. La vida española, como en el caso de todos los países avanzados sin excepción, se ha judicializado excesivamente.

 

Usted es un muy conocido profesional de la abogacía. Pese a su juventud lleva ya a sus espaldas muchos años de ejercicio. Háblenos de su despacho, de su profesión e incluso de la tesis doctoral en la que además ahora está inmerso.

 

‐ Llevo ejerciendo esta profesión 21 años, y parece que fue ayer, con la misma ilusión que el primer día, habiéndola compatibilizado con otras actividades profesionales y laborales que me han interesado, o que se me han presentado y he podido simultanear. Tengo despacho propio desde el principio, en eso he sido emprendedor, y me gusta tratar a mis clientes de una forma muy personal, cercana, haciéndome cargo en el más estricto sentido de la palabra, de su problema. Eso no siempre es bueno, pues te llevas los problemas de los demás a la cama. Pero es mi condición. El despacho funciona bien, en eso siempre me he sentido privilegiado. Y mi tesis doctoral, como ya he comentado, no es propiamente jurídica, sino más filosófica política que otra cosa. Pero como de la filosofía nacen todas las disciplinas, este trabajo tiene aplicaciones importantes en el desarrollo de mi actividad profesional. Otra de mis aficiones es el periodismo, el mundo de la comunicación. Colaboro con los medios que me requieren con muchísimo gusto.

 

¿Qué desea añadir?

 

‐ Que ha sido un verdadero placer compartir este rato contigo y con los amigos de Bodegas Álvaro Domecq.

 

 

De izquierda a derecha: El gerente de Bodegas Álvaro Domecq José Manuel Anelo, el abogado y columnista de Diario de Jerez Manuel Pareja Aparicio y el coordinador de Cultusema Marco A. Velo.

La memoria histórica merece respeto. (Contestación a Memoria desmemoriada)


Don Cristóbal Orellana me contesta en prensa. Lo comparto en este foro, pues la democracia está en la libre confrontación de distintos pareceres.

«He leído en la prensa de Jerez, muy recientemente, breves artículos de Eduardo Velo (Viva Jerez) y de Manuel Pareja (Diario de Jerez) tratando muy ligeramente la memoria histórica relacionada con la Guerra Civil. En el primer caso se concluye, en plan gracioso, que “La paga extraordinaria de verano es heredera de aquel 18 de julio, por lo que hay voces que invitan a todos los que desean borrar esas páginas de nuestra historia que tengan el gesto de no aceptar esa paga como medida de presión y como gesto muy significativo en la recuperación de la Memoria Histórica. Cuestión de coherencia y también de ahorro público”. No contestaré a esta vacía provocación. Mejor que sea la vergüenza ajena la que dé cuenta de ella, del mismo modo que el tiempo se encargará de poner en su sitio esta muy ofensiva frase del actual portavoz del PP, señor Hernando, en el Congreso: “Algunos se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlos”. 

Sí merece la pena contestar a Manuel Pareja (http://www.diariodejerez.es/article/opinion/2074950/memoria/desmemoriada.html) que expone el punto de vista -aparentemente aséptico- de los “bandos enfrentados”, es decir, el de que ambos contendientes, republicanos y militares golpistas, tuvieron responsabilidades a medias en la guerra civil. Manuel Pareja también advierte contra el peligro de que se use la positiva ley de memoria histórica para acusar al PP de franquista, aunque omite muy numerosos ejemplos que hablan del apego del PP a los viejos símbolos de la dictadura. Citar a un republicano católico como Julián Marías y acusar a comunistas y socialistas como causantes de la caída de la República coloca este breve de Manuel Pareja en una posición moderantista conocida que evita mencionar la cuestión central, a saber, que fueron el fascismo italiano, el alemán y el español quienes fusilaron con gran frialdad y crueldad sin límites la democracia y las aspiraciones de libertad y justicia del pueblo español.

No hay que temer tanto a que la Ley de Memoria Histórica se manipule políticamente como a que no se cumpla o se la bloquee de mil modos. Manuel Pareja tampoco menciona lo que dijo hace justo un año Pablo de Greiff (ONU) sobre que el estado español no cumple con el compromiso democrático de reparación de la dignidad de las víctimas del franquismo. Lo mismo que dijo el Comité de Naciones Unidas contra las desapariciones forzadas. Lo mismo que vino a decir la sentencia del Tribunal Supremo que exculpó a Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo. Lo mismo que otros cuatro expertos de la ONU han señalado al estado español en relación con la no extradición a Argentina de 17 ex cargos franquistas a los que la juez María Servini reclama para interrogar en Buenos Aires por posibles “crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura”. Es preocupante que el arzobispo de Madrid haya dicho que no se va a pronunciar oficialmente sobre el discurso claramente profranquista de un conocido sacerdote ultraconservador en la iglesia de los Jerónimos de Madrid el pasado día 18 de julio. El peligroso avance de la extrema derecha en Europa no lo es menos.

La memoria histórica merece respeto y un firme rechazo a, sin ir más lejos de nuestra propia ciudad, las terroríficas palabras de Pemán en Radio Jerez a los pocos días del golpe militar del 18 de julio de 1936: “La idea de turno o juego político ha sido sustituida para siempre por la idea de exterminio y expulsión, única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España un destrozo…»http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/llevan-fiscalia-politicos-insultan-y-humillan-victimas-franquismo/20150722173104118304.html

Publicado en Viva Jerez el 22.07.2015.-

Ni cien días


Hace mes y medio que la nueva alcaldesa gobierna en Jerez. El guión de estas primeras semanas es ya un clásico: toma de posición, reparto de parcelas, prudencia con lo prometido en campaña contentando a los propios, algún error de bulto que otro; revisión del estado de las cuentas y la más importante, quejarse con insistencia de la herencia. Cuando algún delegado es preguntado sobre el futuro, la respuesta es «ya se verá» o «lo estamos estudiando», por supuesto «sin dejar a nadie en la cuneta». Ya les digo, poca novedad; nada que deba escandalizar. El equipo socialista vive ahora la que será su etapa más dorada de gobierno municipal, pues dentro de poco les vendrán torcidas. Este tiempo de rosas tiene fecha de caducidad. En unos meses, ya no valdrá la excusa de la herencia. Por dos razones: porque aquí no vale aceptarla a beneficio de inventario, y porque nadie les obligó a asumirla. Entonces tendrán que dar respuesta a todo lo prometido reestructurando la deuda y gastando menos de lo que se ingresa; acabando con la malnutrición infantil, atendiendo las 4.000 solicitudes de viviendas sociales, desahucios cero, reducción creíble del paro y la readmisión de la plantilla expulsada por un ERE arbitrario con sus salarios de trámite incluido; una millonada, y sin pedir los ICO que tanto criticaban; ya llevamos uno en la era PSOE. Todo eso con la oposición al acecho, una herida, y la otra desconfiada aunque lo disimule. Si el PSOE abandonara la estrategia del ventilador contra el anterior gobierno municipal y empezara a plantear propuestas realistas, y el PP en la oposición abandonara ese lenguaje agresivo que le acompaña desde ya no nos acordamos cuando, esta ciudad con la colaboración de ambos, aún tendría posibilidad de cimentar la recuperación en esta legislatura. Seguro. No queda margen, ni 100 días.

Publicado en Diario de Jerez el 27.07.2015.-

 

A Contraluz

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